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Si debes hablar en nombre de tu red, agencia o iglesia, ¿Cuál crees que es el mensaje más importante que debes comunicar sobre misiones en Europa al presente?
Esta pregunta, provocó reflexiones profundas, interesantes y apasionadas. Con todo, podemos decir que hubo aceptación general de que Europa es un campo misionero de plena validez. Esto fue recalcado por Harvey Kwiyani así como por K.Anderson, quien además, utilizó la frase provocativa de “el Continente Oscuro” al hablar de la condición espiritual de Europa en el presente. El hecho de que algunos de los entrevistados sintieron la necesidad de justificar que Europa es un campo misionero es algo que sin duda concierne y motiva a los que están comprometidos con las misiones aquí.
Hubo opiniones divergentes acerca de cómo comprender y explicar a la Europa actual, un tema de mucha importancia ya que la comprensión de Europa nos ayuda a construir nuestro enfoque misional. Sin afán de tirar del hilo, el Norteamericano Jeff Carter señala que “Europa ha dejado de ser la base fundacional de la fe Cristiana para convertirse en un páramo secular que vive a la sombra de su gloria pasada….(en donde) la juventud no tiene ningún interés o siquiera alguna conciencia de su necesidad espiritual.”
Sin embargo, otros han encontrado señales de vitalidad y razones para ser optimistas: Richard Bromley de ICS comenta que, mientras la religión organizada “se ha llevado los palos,” no significa necesariamente que el continente Europeo deba ser visto como “….post-Cristiano.” Después de todo, argumenta, todavía se pueden escuchar en el trasfondo los sonidos de la fe, y el mensaje de Cristo aun resuena entre las personas,” en el futuro podremos ver “pequeñas comunidades renovadas y reavivadas, predicando fielmente a Jesucristo, hermanos y hermanas de todas partes del mundo.” Por su parte, Samuel Cueva también recaló en un punto similar reivindicando que a pesar de la “fatiga espiritual” de la iglesia Europea, “aun hay esperanza para Europa…porque el Evangelio produce esperanza, paz, justicia y libertad.” Por tanto, la situación actual de Europa deber vista como “una gran oportunidad para la Iglesia en su totalidad [global].”
Para otros, el mensaje clave que se debe comunicar está relacionado con el trabajo en conjunto que los Cristianos deben llevar a cabo para enfrentar el desafío dentro del contexto Europeo. Raphael Anzenberger lo define como “muy emocionante… que los países Europeos [y sus iglesias] están en colaboración conjunta.” De manera similar, Joke Haaijer define que el mensaje clave es “trabajar juntos y aprovechar las fortalezas de cada uno.” Jeff Carter, atinadamente observa que la diversidad cultural y las lenguas, o puede interpretarse como “una colaboración misionera enriquecedora” o “silos de aislamiento y división,” esto será de ánimo para que “hermanos y hermanas trabajen juntos en la búsqueda de una mejor ruta. La única ruta.” Usha Reifsnider se hace eco de este punto y además enfatiza la necesidad de ser humildes y de tener una actitud de aprender: “Estad preparados para aprender y para ser guiados por personas de otras partes, generaciones, culturas, lenguas e ideologías que jamás habéis tomado en cuenta.”
La última respuesta a la pregunta sobre el mensaje más importante es de John Gilberts de Greater Europe Mission. Él quisiera trasmitir con la sensación de urgencia al señalar “el afluencia de inmigrantes y de refugiados hacia Europa es una oportunidad sin precedentes. ¡Necesitamos movilizarnos y aprovechar el momento!” Y por si fuera necesaria más motivación misionera, añade: “estamos convencidos de que si Jesús estuviese aquí hoy lo encontraríamos entre las pateras en Lesbos, en las casas prefabricadas o en los campos de refugiados de todas las grandes ciudades Europeas.”