Grabación de Billy Graham:
“Tenemos una tarea: proclamar el mensaje de salvación de Jesucristo.”

“Toda la iglesia debe movilizarse para llevar el Evangelio completo al mundo entero. Esta es nuestra llamada. Estas son nuestras órdenes.”

Habla Kristian:
¡Toda la iglesia movilizada! Imagina si esto pasase en la Europa de hoy. Cada creyente siendo misionero en su vida diaria.

Bienvenido al podcast de la Conversción Lausanne 2020. Mi nombre es Kristian Lande y acabas de oír a Billy Graham hablando en el primer Congreso de Lausanne en 1974.

Este mes haremos algo de lucha con el reto que Billy Graham nos dio una vez. Y para ayudarnos en esto, tenemos a un invitado que no solo es secretario general de IFES de Letonia (International Fellowship of Evagelical Students), también es un ex luchador al más alto nivel en Europa. Así que debería estar cualificado.

Pero antes de que le conozcáis, me gustaría contaros la historia de cómo Dios me desafió a ser misionero en mi vida diaria:
Durante años, combiné mi ministerio por Europa, trabajando en un supermercado en mi Noruega natal. Para ser sincero, la razón para trabajar era sobre todo costear mis actividades misioneras. Pero entonces un día Dios me reto, parándome, diciendo algo como esto:
“Kristian. Tú no estás en esa tienda para ganar dinero. Estás allí ante todo para representarme a mí”.

Este reto se convirtió en el comienzo de un cambio de esquema mental y de un emocionante viaje en el que me sorprendió bastante ver que Dios había estado trabajando en esa tienda mucho antes de que yo llegara.

Si quieres saber cómo fue, puedes preguntarme en la reunión de Polonia. Pero ahora, el luchador. Vive en Riga. Está casado con Leva. Es padre de Louise. Y tienen un perro.

Ulvis Kravalis. Bienvenido. Sé que eres un apasionado de vivir como misionero en tu vida diaria. También sé que la razón por la que viniste a conocer a Jesús, fue porque otra persona hizo lo mismo. Así que, antes de mirar a la situación de hoy en día, ¿podrías contarnos cómo empezó todo? Cómo viniste a la fe.

Habla Ulvis:
Gracias, Kristian, lo haré con gusto. Así que, me llamo Ulvis. He vivido en Riga la mayor parte de mi vida y procedo de una familia no cristiana. Cuando tenía 17 años, había un chico que venía a nuestro entrenamiento. Era un tipo de treinta años, muy delgado, que parecía ser el hijo de nuestro entrenador. Su nombre es Henry. Yo no sabía nada de él, sólo supe que el hijo del entrenador, decidió entrenar con nosotros. Pensé, esto es extraño, es un tipo esquelético, de treinta años, qué futuro hay para él en la lucha. Después me enteré de su historia.

Se había ido de casa con 16 o 17 años, empezó una vida independiente con diferentes actividades delictivas, consumo de drogas y alcohol, robos y sobornos y acabó en un sitio, muy muy oscuro. Intentó cometer suicidio 3 ó 4 veces en su vida, pero falló todas las veces. Y cuando estaba buscando el verdadero amor, lo encontró en Cristo. Por supuesto, Dios le desafió y le invitó a reconciliarse con su padre. Estaban peleados, no se hablaban, no tenían relación. Pero entonces él fue a su padre, que era mi entrenador, le pidió perdón y le dijo que se había convertido y que su vida había cambiado radicalmente después de conocer a Jesús. Su padre, mi entrenador, aceptó a dos hijos en uno: a su propio hijo y al hijo de Dios como su Señor y Salvador.

Entonces empezó a entrenar con nosotros, y mientras entrenaba con nosotros seis días a la semana, compartía historias de su vida sobre cosas muy variadas. A través de estas historias, aprendí toda la desesperación que tenía, depresiones, como había querido matarse y falló, como estaba buscando amor, y cómo encontró a Jesús. Hablaba de Jesús como si fuera tan real como el boli que yo estaba agarrando, o como la puerta que veía, cosas alrededor de mí, y eso de verdad me sorprendió. Era como, guau, esto es algo totalmente nuevo.

En pocas palabras, llevó nueve meses de testimonio diario por su parte, pero testimonio sincero, no solo actuar amablemente, ser educado y todo eso. Simplemente hablar abiertamente de Jesus, lo que Jesús es para él, lo que Jesus ha hecho en su vida, contar algunas historias bíblicas. Siempre que él viajaba con nosotros a las competiciones, estaba con nosotros en el calentamiento. Y en las competiciones de lucha, tiene un partido y después tienes que esperar dos o tres horas hasta el siguiente, y todo el día es así, y en medio de todas estas cosas, él estaba contándonos historias de la Biblia, lo que me tenía atónito y rompía mis esquemas. Que Dios escogiera a 300 personas para enfrentarse a un gran ejército y lo vencieran. Es como, no tiene sentido, pero suena emocionante, quiero ser parte de esto. Todas esas emocionantes subían y bajaban.

Entonces fuimos al Campeonato Europeo juntos. Y yo me uní a él… Veia gente, como él decía, yendo al infierno- bebiendo, fornicando, en club de striptess. Era en Bulgaria, en un destino de vacaciones del Mar Negro. Y él era cómo: “No puedo ver esto; tengo que ir y hablarles de Jesús”, y entonces me dijo: “¿Quieres venir conmigo?” A mi me sorprendio y dije: “Sí, voy”. Yo estaba de pie a su lado y él estaba predicando el Evangelio en las calles, a gente que estaba repartiendo folletos sobre club de striptess o cosas así. Vi que la gente estaba tocada. Había un chico. Henry se acercó a él y empezó a hablarle de Jesús. El empezó a llorar justo allí, con cinco hombres a su alrededor, todo el mundo impactado, como diciendo: “¿qué pasa?”. Y Henry dijo: “Puedes parar esto ahora mismo, puedes volverte a Jesús, darle tu corazón y él va a restaurar tu vida.” El hombre empezó a sollozar porque estaba desesperado, tenía que sostener a su familia, tenía mujer y tres hijos, y no tenía nada más que hacer, así que estaba trabajando para eso. Fue muy muy poderoso. Yo vi que este Jesús que él estaba predicando era real para él. Y es real para otra gente con la que él conecta.

I después de nueve meses de esta clase de experiencias, y también de preguntas personales, me mandó un mensaje de texto: “¿Qué crees que va a pasar contigo cuando mueras?” Normalmente no voy por ahí amenazando a la gente con el infierno, pero en ese contexto, era la pregunta adecuada para hacer. Tuve que responderme a mí mismo, a Henry, pero también a Dios. Porque me di cuenta de que Dios está, estaba allí. Yo había orado: “Dios, si estás ahí, ¿Puedes ayudarme con esto?”. Y normalmente estas cosas pasan como 8 veces seguidas, lo que uno llama coincidencias celestiales, “simplemente” pasan. Y entonces vino esta pregunta: “¿Qué vas a hacer?”, yo lo traduje a mi corazón y mente como una pregunta de: “¿Vas a seguirme, o vas a ser consciente de que estoy aquí y simplemente ignorarme? ¿A seguir tratando de vivir tu vida como si yo no existiera, pero sabiendo que estoy aquí?” Fue muy retador. Y yo contesté esa noche a mí mismo, a él y a Dios, que sí, yo creo que Dios es real. Unos días después fui a un evento evangelistico y acepté oficialmente a Jesús. Pero yo diría que el Espíritu Santo estuvo presente a través de Henry y en mi vida antes de esto. Esta es mi historia.

Habla Kristian:
Es muy cool que él definitivamente hiciera actividades, y evangelismo en la calle, he oído, y es hermoso- hagamos muchas actividades. Pero en tu caso, fue el hecho de que él simplemente estuviera presente en tu club, fuera parte del club, y fuera abierto sobre quién era él. El era. Y eso fue lo que cambió las cosas para ti.

Habla Ulvis:
Sí, su presencia, su interés por mí. Nos encontrábamos todos los días, de todas maneras, el tenía tiempo para contarme su vida, y yo tenía tiempo de verle y observarle. Comprobar si lo que estaba diciendo era verdad. Eso marcó la diferencia para mí.

Habla Kristian:
Creo que esa fue mi experiencia en el supermercado también. Que cuando estaba allí, eso marcaba la diferencia. ¿Qué te parece a ti hoy, representar a Jesús en tu vida diaria? Quiero decir, evidentemente, trabajando en IFES, tu lugar de trabajo está probablemente lleno de cristianos, pero aparte de eso, donde vives, entre amigos, ¿cómo es para ti y tu familia?

Habla Ulvis:
Para nosotros como familia, hemos aprendido que es verdaderamente importante tener una visión compartida, compartir valores, compartir metas, cuando se trata de cómo quiere vernos Dios. No son mera actividades, es cómo vivimos nuestras vidas, cómo planeamos nuestro ritmo de vida, como construimos amistades con la gente- y sé decidido en esto. En cierto modo, estamos abiertos a recibir a gente, gente en la que el Espíritu Santo está ya haciendo cosas, y sólo tenemos que reconocerlo. Por ejemplo, en nuestro marco familiar es así: Nos mudamos a un barrio hace un año, y hemos conectado con algunos de los vecinos muy rápido. Algunos jóvenes han conectado con nosotros por el perro- el perro es un instrumento fantástico para la misión, así que, por favor, comprar perros bonitos para que la gente quiera venir a ti, entonces no tienes que ser “pesado”, estirándote hasta la gente e irrumpiendo en su zona privada. En lugar de eso, ellos vienen a ti, abiertos y sonriendo. Esto fue decisivo. Así que el perro nos ayudó a conectar con los jóvenes y la gente a nuestro alrededor. Básicamente construimos conexiones y relaciones a través de esto. Y también hay un guarda, una persona de mantenimiento que está trabajando cada día en una cabina junto a la verja de la zona donde vivimos. Ayuda mucho con el mantenimiento y otras cosas. Hemos conectado muy bien con él, hemos mantenido largas conversaciones- también sobre la Biblia y Jesús, y él se ha convertido en un amigo para nosotros. Él también está en el camino de conocer a Cristo. Cuando salgo de casa, digamos, si tengo que salir a las 12, salgo diez minutos antes, para, en caso de que este chico esté por allí y quiera hablar, tener tiempo para él.

Esto es ser decidido en cuento a las relaciones y buscar la misión a propósito. Y no siempre hablamos de Jesús, la Biblia o por qué podemos orar por ti, también tenemos charlas sobre distintas cosas. Nos interesamos por él. Le llevamos un pastel, mi mujer hornea algo, solo para alegrarle. Esa es nuestra misión. Y es verdaderamente asombroso. Además, con estudiantes (de IFES) estamos haciendo grupos de discipulado o charlas donde nos reunimos para desafiarlos a responder la llamada de Dios para sus situaciones. Uno de estos grupos se está reuniendo en nuestra casa. La forma en la que organizamos la reunión es que primero procesamos el contenido y hablamos de los temas de la semana. Después compartimos una comida alrededor de la mesa. Les invitamos a nuestra vida, compartimos nuestra vida, por ejemplo, hoy recogimos una carta que ellos tienen que enviar a una la ciudad a al que vamos hoy para descansar y disfrutar. Les estamos ayudando en situaciones cotidianas, estamos compartiendo la vida. Están invitados a nuestra vida y ellos pueden ver cómo construimos relaciones con nuestros vecinos, como vivimos la misión a la que somos llamados en la vida diaria; ellos simplemente aprenden de nosotros así.

Habla Kristian:
Precioso. Lo que veo es que no estáis simplemente añadiendo muchas actividades misioneras a tu vida, simplemente sois conscientes de lo que Dios está haciendo en vuestros vecinos, con el chico de mantenimiento, y estáis permitiendo a otros cristianos que lo vean.

Habla Ulvis:
Sí, exactamente. Dejamos a otros cristianos que lo vean, les invitamos para que puedan unirse- hay algo de tiempo estructurado- cuando saben que pueden unirse, y algo de tiempo sin estructurar, como, vale, qué hacéis este sábado, queréis que quedemos. Algo así. A veces pasa, a veces no, pero no somos demasiado… No se trata de actividades si no de relaciones. Y sabemos que, si ellos dicen no, no perdemos la relación, aún lo tenemos. Es genial.

Habla Kristian:
Uno de los slogans de Lausanne es “Toda la iglesia, llevando el Evangelio a todo el mundo”, lo que me encanta. Pero después si miro investigaciones y estadísticas, toda la iglesia no está llevando el Evangelio consigo. Muchos cristianos están básicamente no compartiendo el Evangelio, pienso a menudo porque: · ¿Cómo se supone que debo hacerlo?” Saben que deben hacerlo, pero no saben cómo. Sé de ti que has estado muy metido en la iglesia últimamente, ayudándoles y también a los alumnos de IFES a hacerlo. Ya has mencionado un poco sobre como lo haces. ¿Puedes contarnos un poco más cómo ayudas a otros a seguir?

Habla Ulvis:
Lo que hacemos es formar a estos grupos de discipulado a los que invitamos a gente a procesar la vida diaria, lo que Dios está hablándonos a través de los situcaiones cotidianas. En la iglesia presento a las gente estas ideas que también usamos en IFES, proceden de Mike Breen y 3DM-ministries, si has oído hablar de ello. También , de Stepping Stones de los Paises Bajos. Lo que es básicamente vivir un estilo de vida de discipulado- esa es la meta que hay derás de esto, que todo el mundo está llamado a la misión. Cuando empezamos, a menudo comparto que todo el mundo está llamado a la misión, y la gente se asusta: “¡Yo no soy un misionero, yo no soy un evangelista! ¿Cómo se supone que lo voy a hacer?”

Pero entonces compartimos este principio de People of Peace (Gente de Paz), que encontrarás en Lucas 10, y en otros sitios de la Biblia. Cuando Jesús manda a los 72, dice aproximadamente “Id”, y después “donde entréis, decir “la paz sea con vosotros” y si hay una persona de paz allí, la paz estará con ellos”. Basicamente, significa que el Espíritu Santo ya ha preparado a algunas personas a tu alrededor que son no cristianas que no conocen a Jesús, pero Él ya está trabajando en sus corazones- ellos están abiertos a ti. Él dice que te recibirán; estarán abiertos, no tendrás que irrumpir en la puerta de nadie, no tienes que discutir con ellos. Ellos te recibirán porque están preparados- el Espíritu Santo los ha preparado para el Evangelio y para conocerte. Entonces Jesús dice: “Quedate con ellos”. Y después dice: “No vayas de puerta en puerta, no vayas de forma caotica, escúchame y observa, y reconocerás lo que estoy haciendo”.

A esto es a lo que estamos ayudando en nuestra iglesia, a reconocer lo que Dios ya está haciendo y unirnos a su misión. La mejor manera de hacerlo es invitar a gente a nuestra vida y a nuestra propia historia diciendo: “Oye, así es como lo vemos”. Puede que sea diferente para tu contexto, pero la ideas de que podemos oir a Dios, todo el mundo es parte de ello y Dios ya está trabajando en gente a nuestro alrededor, es verdad para cada uno.

Habla Kristian:
Básicamente, la gente pasa de estar asustada a estar emocianda, como: “Guau, eso sí que puedo hacerlo”.

Habla Ulvis:
Eso sí que puedo hacerlo- sí, eso es totalmente lo que está pasando. Y siempre que comparto este principio de Gente de Paz, cada persona empieza a pensar-puedo ver sus ojos, miran al techo o al cielo, y veo que empiezan: “hum”. Y digo: “¿Estais pensando en dos o tres personas en vuestra vida justo ahora?” Y ellos dicen: “Sí”. Ves, ya hay gente. Y ellos: ”Esto es emocionante”. Hay estudiantes que invitan a sus amigos a montar en bici, o a tomar café, o al cine, o a estudiar juntos, y después acaban hablando de la vida y de Jesús duratne tres horas en lugar de estudiar para los exámenes. NO les animo a esto. Hablar de Jesús es importante, pero también reconocer que no se trata solo de los estudios y exámenes. Y la mayoría de hecho se dan cuenta de que nunca habían pensado: “Guau, ser universitatio de hecho es estar llamado a la misión. Creí que era un sitio donde se supone que voy a estudiar y luego voy a la iglesia y hago las actividades que sean, pero no es así. Dios nos llama a…”.

Habla Kristian:
De nuevo lo que estoy oyendo es que les estás ayudando a darse cuenta de lo que yo me di cuenta en la tienda de comestibles. Que ellos no están allí para estudiar, sino que están también para representar a Jesús.

Es hermoso. Ok, creo que voy a parar aquí. Muchas gracias, Ulvis.

Y entonces dejaremos que las palabras de John Stott, el segundo fundador de Lausanne- también pronunciadas en el Congreso de 1974- cierren este Podcast.

Grabación de John Stott:
“Nos resulta más natural a nosotros, gritar el Evangelio a la gente a distancia, que involucrarnos profundamente en sus vidas, pensar en sus problemas y en su cultura, y sentir con ellos en su dolor”.