Republicado con permiso de Evangelical Focus, ver original aquí
Nacida hindú, Usha Reifsnider dice que la cultura occidental es mayormente un obstáculo para llegar a la gente no occidental con el Evangelio. Con su bagaje indio, su experiencia era que te volvías británico para ser cristiano. “La Misión se convertía en la obra del Imperio”, como ella lo expresa.
En una sesión multiplez en la reunión LE2020 en Polonía, del 21 al 25 de octube, Reifsnider explicará más detalladamente su experiencia. Fue invitada a asistir a la Escuela Dominical en Reino Unido, donde sus padres se instalaron. Basándose en lo que aprendió en la iglesia, decidió ser cristiana a los once años.
Pensando que era requisito para ser cristiana hablarle a su familia de Jesús, lo hizo. Su madre se enfadó y le pegó. Estaba enfadada porque entendía que el cristianismo era la religión del hombre blanco. –Naciste hindú y morirás hindú. Cambiar de religión no te hará inglesa- le dijo a su hija. Golpeándola cruelmente con una caña y pisándole el cuello, la forzó a inclinar la frente hasta tocar el suelo y rezar en el altar hindú; Usha recitaba el Padre Nuestro en sus pensamientos, “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre”. Se culpaba por haberse inclinado ante un ídolo, pero sintió que Dios le decía: “¡Por dentro estabas en pie!”
Su madre le quitó la Biblia, pero Usha consiguió un Nuevo Testamento de los Gedeones, que escondió debajo del colchón, y leía por la noche detrás de las cortinas con ayuda de las luces de la calle.
Cuando quiso ser misionera más tarde, notó que como hindú se le decía que debía ir a su propia gente. Cita Apocalipsis 7:9 donde Juan ve una multitud de toda nación, tribu, pueblo y lengua, en pie delante del trono. “No tenemos problema con nación y lengua, pero tenemos problemas con tribu, porque tribu habla del contexto cultural”, nos dice.
La visión de Reifsnider es que los que han llegado a la fe desde otras culturas, puedan leer la Biblia con sus familias que aún no se han hecho seguidores de Cristo y decir: “Vamos a razonar juntos. No veamos el cristianismo como una fuerza opresora de religión occidental sino como lo que puede significar, fuera de esas cosas, para ti y tu familia. Dejadme hacer ese viaje con vosotros, en lugar de arrastraros por un contexto occidental.”
Esta no es una simple visión. Reifsnider ha visto que funciona: quitando el contexto occidental del Evangelio, pudo guiar a sus padres a la fe en Jesús antes de que murieran.